Hace un tiempo alguien me pidió que le copiara la Gioconda de Leonardo, fue un trabajo difícil pero apasionante, no creo que copiar una obra ayude mucho a la creatividad de un artista, pero si enseña a ver, detenerse en los detalles de una obra como la Gioconda fue maravilloso en lo personal, adoré su sonrisa... la de sus ojos. creo que te cautiva su belleza sólo pintándola, ahora entiendo por que Leonardo no entregó nunca este trabajo y lo llevó consigo, hasta el fin de sus días.
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